Un odontólogo llama desde Alaska a su mujer en 1980:
- Como mañana es mi cumpleaños intentaré llamar con tiempo puesto que las comunicaciones, desde aquí, son complicadas. Esperadme junto al teléfono tú y las tres niñas que llamaré sobre las ocho.
A las 8 y cinco del día siguiente la familia De la Fuente recibe una llamada.
- Se ha estrellado la avioneta en la que Félix estaba grabando una carrera de perros.
¿Puede ser el destino más cruel?
2 comentarios:
¿Treinta años ya? Yo tenía cinco por aquel entonces... y me acuerdo de la noticia. Sentó cátedra, ¿es ya de nuestra historia? Supongo que sí.
Un abrazo.
Los años pasan en un suspiro. Yo creo que el tío forma parte de nuestra historia. He llegado tarde puesto que la efeméride de su muerte ocurrió en marzo pero leí una reseña por ahí y no me pude resistir.
Saludicos.
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