martes, 19 de octubre de 2010

451




Mis alumnos de 1º de Bachiller no aman los libros, no les gusta leer, están apesadumbrados porque este año tienen que leer una novela...



La recomendación de lectura (o cine) que les he hecho esta mañana, en el marco incomparable de la biblioteca del centro, estaba cantada. Mi deseo es que se trasladaran a un lugar donde los libros estaban prohibidos y eran quemados en el fuego purificador.





Éste debe de ser muy profundo... la Ética de Aristóteles, cualquiera que lo haya leído, a la fuerza ha de considerarse superior al que no lo ha leído... y es inútil, compréndalo, todos hemos de ser iguales. Sólo se alcanza la felicidad estando todo el mundo está al mismo nivel. Por eso debemos quemar los libros, Montag... todos los libros.


Fahrenheit 451 (François Truffaut, 1966)

5 comentarios:

Cayetano dijo...

Muy buena novela. Me imagino que, aunque no a todos, a muchos de tus alumnos les encantará. A otros les dará lo mismo, mientras no les quemen los móviles y la play...
Un saludo.

Eladio Balboa dijo...

No estoy tan seguro de que guste a muchos.

Saludos

Negrevernis dijo...

Como dice Cayetano, estupendo libro.

Pero, claro, no tiene dibujos... ;-)

Un abrazo.

Eladio Balboa dijo...

En efecto, gran libro

Esther R. dijo...

A mí me encanta leer, de verdad. Pero F451 siempre me pareció una novela plúmbea, y probablemente algo erosionada por le tiempo. Después de todo, los auténticos totalitarismos no promueven tanto la prohibición de los libros como la obligación DEL Libro ("Mein Kampf", "El manifiesto comunista"/"Qué hacer", "El libro rojo", "el Corán"...).

Otros libros con ideas políticas que sí me han gustado mucho son, en cambio, "El señor de las moscas", "Rebelión en la granja", "1984", "Nosotros" (Yvgeni Zamiatin), "un mundo feliz"... a cualquiera de ellos le encuentro un nervio literario que soy incapaz de percibir en la novela de Bradbury.

Y lo mismo de la película: me pareció muy floja. En general Truffaut flojeaba mucho cuando salía del universo ficticio de la Nouvelle Vague y se adentraba en el cine de ideas. Porque "El pequeño salvaje" me parece otro fiasco.

En fin, que seguramente será problema mío por no saber apreciar esta obra, pero te prometo que es perfectamente posible que a alguien le encanta leer y se le atragante F451 en cualquiera de sus dos formatos.