Fermín Goñi, en su novela sobre los momentos previos y los primeros días de la Guerra Civil Española, nos cuenta cómo los milicianos carlistas, el Requeté, recibían pocas balas, malos fusiles y una ordenanza que a modo de devocionario daban las consignas de actuación, en la vida y en la guerra (consignas que también pueden leerse en su página web mallorquina):
Tú, requeté, soldado de la Fe, y de la Santa Causa tradicional. Tu ordenanza fija tus deberes, exalta tus principios y te encuadra para ser útil. Tu trilema permanente: Dios, Patria, Rey. La Fe fundamenta todas las virtudes del soldado requeté. Refuerza el espíritu, necesario a tu azarosa vida, con el culto a Dios. Sírvele siempre. Muere por Él, que morir así es vivir eternamente. Ante Dios nunca serás un héroe anónimo.
Yo no sé a vosotros pero me parece que consignas parecidas recibirán los terroristas islámicos en la actualidad. Es decir, a Dios rogando y con el mazo dando:
Y es que ya lo decía en los primeros días de la guerra el propio arzobispo de Toledo, Isidro Gomá Tomás: (...) en el fondo debe reconocerse en ella (en la guerra) un espíritu de verdadera cruzada en pro de la religión católica, cuya savia ha vivificado durante siglos la historia de España y ha constituido la médula de su organización y vida.
4 comentarios:
Fantástica entrada.
Te pido permiso para reutilizarla en mi blog
Agradecido por tu felicitación y no hace falta que pidas permiso: aquí todo es de todos.
Nos leemos
Aquello era como vivir en la Edad Media. Algunos parece que no han aprendido nada.
Un saludo.
Saludos y disfruta de tu "retiro vacacional"
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