jueves, 23 de diciembre de 2010

Yo no quiero ser así



Para despedirme de 1º de bachiller he utilizado dos cosillas. Por supuesto, trabajo. En este caso deben ponerse las máscaras y adentrarse en V de Vendetta (McTeigue, 2005) para descubrir sus conexiones con el fascismo clásico (Algo que es, por otra parte, bastante sencillo).

En segundo lugar les leí la dedicatoria que Nieves Concostrina hace en su estupendo libro a sus profesores de Historia. Quiero creer que yo no cumplo con el perfil que dibuja esta periodista o, al menos, lo intento.

Quiero dedicar este libro a todos los profesores de Historia que me cayeron en suerte durante mi esponjosa infancia y que se empeñaron en hacerme aprender de memoria tratados, concilios, fechas y retahílas de reyes, que yo olvidaba en el primer cuarto de hora de recreo con mi bocata de fuagrás en la mano.

Con su falta de entusiasmo me hurtaron la diversión y la simpatía que la Historia guarda entre líneas y que, sin duda, hubieran ayudado a situarme en el tiempo y en el espacio, a comprender y a hilar acontecimientos más allá de sesudas conclusiones que había que plasmar en un examen. Ninguno sonrió jamás en clase. Va por ellos.

4 comentarios:

Cayetano dijo...

El problema creo que está en hacer estudiar la historia antes de tiempo. Hace falta un poco de madurez para acercarse a ella, como pasa con la lectura de los clásicos. Si obligamos a un chaval a leer El Quijote, perdemos un lector para siempre.
Un saludo.

Eladio Balboa dijo...

Completamente de acuerdo contigo. Pero además, (y por eso he puesto la cita) debemos contar con profes que no hacen atractiva la asignatura y eso es trabajo nuestro. Está claro que el sector primario en España no va a ser apasionante pero debemos idear "cosillas" para que las clases no sean 50 minutos de castigo (sólo 45, je je)

Feliz Navidad Cayetano.

Negrevernis dijo...

Estoy de acuerdo con los dos.
Yo tuve un horrible profesor de Historia en COU, y desde entonces siemore me dije "esta asignatura no tiene la culpa..."

Feliz Navidad, amigos.

Eladio Balboa dijo...

Todos hemos tenido enfrente a profesores que no nos gustaron (ni en lo personal ni lo pedagógico) pero eso, les digo a mis alumnos, no es motivo para abandonar una asignatura.


Saludos