En cada una de mis visitas al Museo del Prado, siempre ha habido un cuadro que, aunque conocido por mí de los típicos manuales y libros de arte, me han deslumbrado. Estaréis conmigo que hay ciertas obras de arte que no pueden quedar bien reflejadas sobre la superficie plana de una página.
En esta ocasión, la seducción vino de parte de este señor barbudo. El retrato impresiona y creo que merecería estár en una sala mayor para poder ver esta obra como se merece. La obra es de Raimundo de Madrazo y el señor retratado es Ramón de Errazu. (Por cierto, no conocía en absoluto esta obra).
Por si os interesa, las obras que me enamoraron y sedujeron en mis tres anteriores visitas fueron:
Semptember is coming
En esta ocasión, la seducción vino de parte de este señor barbudo. El retrato impresiona y creo que merecería estár en una sala mayor para poder ver esta obra como se merece. La obra es de Raimundo de Madrazo y el señor retratado es Ramón de Errazu. (Por cierto, no conocía en absoluto esta obra).
Por si os interesa, las obras que me enamoraron y sedujeron en mis tres anteriores visitas fueron:
- El Descendimiento de Van der Weyden (Eso es azul y lo demás tonterías)
- Marte de Velázquez (Representación profética del Capitán Alatriste)
- El Aquelarre de Goya (¡Dios Mío! toda la pintura moderna ya estaba ahí)
Semptember is coming