domingo, 10 de octubre de 2010

Palomitas en clase


Durante una par de semanas estoy impartiendo (palabra demasiado grande para mí), mejor compartiendo con compañeros de profesión una serie de sesiones, organizadas por el CEFIRE de Alicante, para introducir (¿no está introducido ya?) el cine en el aula de ciencias sociales. Aunque ya lo he hecho en otras ocasiones, esta vez (también) está siendo una experiencia muy satisfactoria y enriquecedora.

El otro día leí una cita sacada de un estupendo libro sobre el antiguo Egipto en el cine en el que se hacer referencia a algo dicho por Isabel Gil Benítez y que creo que es muy acertado:

Isabel Gil Benítez apunta, creemos que acertadamente, que productos como El secreto de la Pirámide o La Momia, que pretenden entretener y que el espectador pase un buen rato en el cine, triunfan, a pesar de su falta de rigor histórico; mientras que otras películas con más pretensiones de historicidad y de adoctrinamiento, como Troya o Alejandro, no sólo no triunfan sino que son castigadas por el público y la crítica.

Efectivamente no todo tiene que ser cine ¿culto? sino que, en ocasiones, el cine cocacolero y palomitero también tiene su razón de ser en la vida... y en el aula. Sólo es cuestión de combinarlos.

Pues eso... ¡Que vivan los Goonies!


2 comentarios:

Laura dijo...

A eso le llaman "Cine de placer culpable" o de "tapa blanca". Yo necesito esas películas cuando no me apetece pensar -que suele ser muchas veces-.
Saludos :)

Eladio Balboa dijo...

Mola eso de placer culpable