viernes, 22 de octubre de 2010

De racismo


Hace poco hablábamos en clase sobre el período del gran Imperialismo. Sobre cuando el planeta entero estaba bajo la bota del hombre blanco. En esas jornadas insistí en la importancia del racismo, en esa época.
El racismo radical, del que se alimentará el fascismo algo más tarde, no era una novedad. Por ello traigo a colación la siguiente frase del señor orondo de la imagen, W. H. Taft, presidente de Estados Unidos justo antes del idealista Wilson. Pues bien, en 1912 soltó la siguiente lindeza, acorde a los tiempos que corrían. Tiempos de racismo y de colonialismo, tiempos no tan diferentes de los actuales:

No está tan lejano el día en que tres banderas de barras y estrellas señalen en tres sitios equidistantes la extensión de nuestro territorio: una en el Polo Norte, otra en el canal de Panamá, y la tercera en el Polo Sur. Todo el hemisferio será nuestro de hecho, como lo es ya moralmente en virtud de nuestra superioridad racial.

3 comentarios:

Cayetano dijo...

Otro amigo del "darwinismo social". Y con éste van...
Un saludo.

Laura dijo...

En 2007, James Watson, Premio Nobel de medicina, afirmó que está científicamente comprobado que los blancos son más inteligentes que los negros.
Todo el mundo le dio la espalda.
Después, él pilló una rabieta diciendo que los periodistas habían tergiversado y manipulado sus palabras.

Eladio Balboa dijo...

Ambos tenéis razón, la cosa no ha cambiado mucho. Más de lo mismo...