El tiburón vuelve a rondar las aulas en busca de una víctima propiciatoria...
De lo que no estoy seguro es, si yo soy el tiburón que va a devorar neuronas de los alumnos o simplemente soy la bella, inocente y despistada bañista que va a caer en manos de las fauces de los estudiantes...
Mañana os cuento.
3 comentarios:
¡Suerte!
¡jo,jo,jo!, si hace falta tocar la campana desde la torre de la playa... ¡hazlo!
Eres la bañista jaja.
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