El caso es que estaba pensando en imágenes que había puesto a mis alumnos este año (el hospital de campaña de la película El Patriota) y algunas de las secuencias que están por venir (el hospital de campaña y el de veteranos de la película Nacido el 4 de julio). En esas estábamos mientras leía una estupenda biografía sobre Colón y llegué a un pasaje que ni pintado...
Definitivamente nos tenemos que sentir afortunados, si no que se lo cuenten a los que vivían en el siglo XVI y alrededores:
Pero no hacía falta que estallara ninguan guerra, con su secuela de heridos más o menos graves, para que se supiera lo que era el dolor, pues varias veces a lo largo de su vida la gente tenía que acudir al sacamuelas, quien cada cierto tiempo hacía sus visitas, urbanas o rurales: un sacamuelas que montaba su "clínica" en plena plaza, anunciándose a grito pelado por el pregonero.
Al momento acudían no solo los resignados y sufridos pacientes, sino también un público vario, en el que nunca faltaba la chiquillería del pueblo, ansiosos todos de disfrutar de un espectáculo gratis y sumamente divertido: pues dado que el sacamuelas de turno ejercía su arte a pura fuerza, con un instrumental primitivo y sin anestesia alguna, el agudo dolor y las contorsiones de los pacientes estaban asegurados, acompañados de mil gritos y cabriolas de aquel público que se regocijaba con el sufrimiento ajeno. Algo tan inhumano que puede parecer increíble, pero que nos lo han transmitido con fidelidad los dibujantes de la época.
Al momento acudían no solo los resignados y sufridos pacientes, sino también un público vario, en el que nunca faltaba la chiquillería del pueblo, ansiosos todos de disfrutar de un espectáculo gratis y sumamente divertido: pues dado que el sacamuelas de turno ejercía su arte a pura fuerza, con un instrumental primitivo y sin anestesia alguna, el agudo dolor y las contorsiones de los pacientes estaban asegurados, acompañados de mil gritos y cabriolas de aquel público que se regocijaba con el sufrimiento ajeno. Algo tan inhumano que puede parecer increíble, pero que nos lo han transmitido con fidelidad los dibujantes de la época.
La gran aventura de Cristobal Colón
Manuel Fernández Álvarez
Espasa Calpe, 2006
Realmente espeluznante. Si queréis más detalles sobre el tema os recomiendo que leáis El médico de Noah Gordon.
Estoy corrigiendo 2º de bachiller pero no se si llegaré a tiempo de poner las notas esta noche. Si en este blog no os he dicho nada sobre las 20:00 es que ya no las colgaré hoy.
4 comentarios:
Un texto muy apropiado, Eladio, para explicar a los alumnos el antes y el después de antibióticos, éteres y analgésicos en relación con los adelantos habidos a finales del siglo XIX, en la seguna fase de la Revolución Industrial.
Creo que, con tu permiso, lo utilizaré en clase.
Un saludo,
Todo tuyo.
Saludos
El Médico, estupenda historia. Me gustó mucho allá por época adolescente y leí después los libros que continúan la saga.
Saludos.
El médico creo que es de las grandes de eso que se llama "novela histórica" aunque leí Chamán y no seguí con la saga porque no me gustó.
Saludos
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