
El otro día un alumno pidió disculpas. A. de 2º de Bachillerato confesó algo terrible y tuvo que justificarse... ¿Algo grave? Juzgadlo vosotros mismos, fijáos en lo que se atrevió a decir en clase:
El otro día, de casualidad, leí el periódico...
Sí, lo hizo como si hubiese sido pillado con las manos en la masa. Se atrevió a leer un diario. Es que, ¡los hay atrevidos!
Quizá a partir de entonces le señalan por la calle y le dicen:
"Por ahí va el lector".
Por mi parte queda olvidado.