Hay lobos

El otro día estaba acompañando a J.G. a hacer su ronda de guardia de patio (este año me he librado). Es entonces cuando noté la presencia de los lobos.

Los lobos actuan en manada, se acercan al redil de las ovejas (el Sequeros) e intentan engatusar a las imberbes ovejitas y carneros con sus mercancía. Es realmante curioso como el lado oscuro atrae: ovejas que saltan la valla y se convierten en lobos, lobos que entran en el redil para confundirse entre el ganado lanar.

¿Y nosotros los profes? Meros pastores, espectadores de cómo algunos chavales se malogran sin realmente poder hacer nada. ¿A cuantos chavales les he insistido en la necesidad de establecer otra dirección? ¿A cuantos les he comentado que no conviene la compañía del lobo adulador?

¿Qué ofrecen? No estoy seguro (¿O sí?) pero en la tradición sigue existiendo el hombre del saco, el sacamantecas, el candyman, el hombre tenebroso de los helados, los lobos...

Tengo un compañero de trabajo, de esos a los que se le va a bajar el sueldo (lo siento, tenía que dejarlo caer) que tuvo las agallas de enfrentarse abierta e individualmente a los lobos y tuvo que dejar el instituto en el que trabajaba cuando empezó a recibir llamadas en su casa, amenazando a su mujer e hijos.

En definitiva, sigue habiendo lobos.