viernes, 22 de enero de 2010

Penitenciaría



"El instituto es una cárcel"
.

¡Cuántas veces he oído la frase! y, también, algún graffiti ("Maestro, ¿es que se escribe con esa i?") sobre ello ("La cultura es tortura").

No voy a hacer proclamas sobre el sistema educativo actual pero si leen este fragmento ambientado en los primeros años 40, podrán comprobar la tremenda suerte de la que disfrutan:

En aquel primer curso vino al colegio para prestar sus servicios como profesor de latín un joven seglar cuyo rasgo más llamativo era la perfección absoluta de su peinado, ceñido a la cabeza con abundante fijador, sin que un solo cabello temblase separándose de la formación dirigida por el conjunto (...).
Llegó una mañana en que, sin previo aviso, uno por uno, con un orden que pronto se convirtió en terror, nos hizo pasar a toda la clase por el estrado a enseñarle las uñas. Si estimaba que estaban sucias, largas o incorrectamente recortadas, hacía que, de una mano primero y después la otra, apiñásemos los dedos y, sobre las uñas así reunidas, descargaba con energía con energía un golpe seco con la madera del cepillo que se usaba para el encerado. Bastaba con un golpe. Tres o cuatro uñas de cada mano se partían hacia la mitad de su superficie y así quedaban, quebradas y sangrantes, en un racimo doloroso. Estaba claro que aquello no era un castigo más o menos viloento; con componente sádico o sin él, se trataba de un ejercicio de tortura. (...)

Antonio Gamoneda. Un armario lleno de sombra. Círculo de Lectores. Barcelona, 2009


11 comentarios:

Juanxou!! dijo...

De esa misma historia de la que hablas me comentó una vez mi madre algo, según dice: Cada vez que respondían mal a las preguntas del profesor éste les pegaba con una regla en los dedos apiñados, les daba en la punta de las llemas...

Laura dijo...

Hola Eladio!!

La verdad que me alegro que no existan esos castigos,aunque recuerdo que por el año 1997/8 un profesor nos castigó a todos aquellos que no habíamos acabado los ejercicios a tiempo; pasabamos de uno en uno y nos daba con la regla en las manos.
¡Una experiencia única!

Recuerdos
Laura Navarro Martínez

Eladio Balboa dijo...

Juan: efectivamente, aun hay recuerdos de ello en la memoria colectiva, si no, pregúntale a Laura.


Laura: Es decir, había gente anclada en la nostalgia en los 90. Interesante...

A ver si te pasas por el insti, me dices cómo te va y me cuentas quien era el profe torturador.

manuel blasco dijo...

Buenas Eladio
Una cosa en el trabajo del martes el de los textos...

En el 3 según los textos e, f y g ¿qué métodos fueron utilizados en la ocupación y el dominio colonia?

No entiendo la pregunta
:(

Y en la 4 ¿el mapa es del libro(Pág 111) o el que hemos pintado?

Gracias!!!

Cayetano dijo...

En efecto, son otros tiempos. Los chicos de la escuela franquista, que yo he vivido, íbamos al cole con temor. Lo de cobrar a base de capones, collejas y reglazos por no saber la lección o por hablar en clase eran cosas normales.
¡Qué tiempos que mejor no vuelvan!
Los chicos de ahora no saben lo que tienen.

Juanxou!! dijo...

Si que lo sabemos, lo que yo creo es que por eso mismo, ahora le sacamos provecho.

Eladio Balboa dijo...

Manuel: ¿Cómo los grandes imperios hicieron para ocupar y controlar las colonias? La pregunta queda clara. La respuesta está en el libro y en los propios textos. El mapa es el que vosotros mismos pintásteis.

Cayetano: Eso es, por creer que ellos son privilegiados no quiere decir que los docentes de ahora añoremos esos métodos.

Juan: "... ahora le sacamos provecho". ¿Está hablando mi alumno llamado Juan L. G. que acude a un tercio de mis clases? ¡Qué rostro, tío!

Un saludo

Elisa Ribera dijo...

Pues ahora se sigue haciendo aún, porque aun quedan profesoras con un poco de genio. Porque cuando ibamos a 4º o 5º había una profesora que tenia un anillo en el dedo muy grande y cuando salias a la pizarra y te equivocabas te daba con él.
Y cuando no te callabas también.

Eladio Balboa dijo...

No des ideas

Juanxou!! dijo...

Eladio, he sido ironico

Eladio Balboa dijo...

Sorry, pero es que has sido tan sutil.