miércoles, 22 de julio de 2009

Desparecidos en combate



Hay ocasiones en los que hay cuerpos sin nombre y, otras veces, los nombres no tienen cuerpo. Esto no es un asunto de CSI pero se le parece. Ocurre en los conflictos bélicos, estas guerras se alargan en el sufrimiento de la familia. No hay nada peor que no saber qué le ha ocurrido a un ser querido, repito, nada.

Esto viene a raíz de una breve lectura que publicaba National Geographic en junio en la que se daba cuenta de la existencia de JPAC, una unidad del Departamento de Defensa de Estados Unidos dedicada a la búsqueda de militares desaparecidos desde la Segunda Guerra Mundial en multitud de conflictos (estimados en ¡84.711 soldados!).

Así, todos los años la JPAC envía a equipos forenses a distintos lugares de antiguos conflictos: donde se hundieron barcos, se estrellaron aviones, hubo cruentas batallas (¿Hay alguna que no lo sea?)... Los restos se envían a Hawai y se se comparan con los supuestos familiares. Fijaros el ejemplo que ponen:

Sharon Banister tenía 5 años cuando, en 1972, el reactor en el que viajaba su padre, Stephen, se estrelló en Laos. Miembros del JPAC le mostraron 35 años después, dos piezas dentales de su padre junto con su placa metálica identificativa, hallados en el lugar del accidente. Ella acompañó el feretro hasta el Cementerio nacional de Arlington. "Se trataba sólo de dos pequeños dientes -dijo Sharon-, pero respondían a muchas preguntas".

Los ejemplos sobre despariciones, obviamente son muchos, y referidos al ámbito militar podemos poner algunos ejemplos de muestra y que, tal vez, os interesen:
  • La imagen que os he puesto es uno de los oficiales polacos encontrados en la fosa de Katyn asesinado por la Unión Soviética (se barajan cifras de hasta unos 20.000) durante la Segunda Guerra Mundial. Hay muchos libros y película que tocan el tema.
  • Otro ejemplo puede ser la propia Salvar al soldado Ryan -impresionante escena la del desembarco- (el nudo del que parte la película está basada en hechos reales).
  • Nuestro propio caso.
  • Y, por último, referido a la última película que he visto Hasta donde los pies me lleven que nos cuenta la histora de un soldado alemán que estuvo trabajando en Siberia tras la Segunda Guerra Mundial en un mina como condena. Película excesivamente larga pero que nos muestra el drama que sufrieron un importante número de soldados alemanes (no necesariamente nazis) en la URSS al finalizar la guerra. (El protagonista no vuelve a Alemania hasta principio de la década de los 50).




Ojo las señoritas, a ver qué modelitos se ponen este verano tanto en la playa como en la calle.

6 comentarios:

Cayetano dijo...

Reconocer a quién pertenecieron esos huesos gracias a ADN.
Tu entrada entronca de forma sensible con el dolor de los familiares que no saben qué pasó con sus seres queridos durante la guerra, y me refiero a cualquier guerra, no sólo a la nuestra, con tanto muerto anónimo olvidado en cualquier cuneta.

Eladio Balboa dijo...

Sí, lo que ocurre es que quien no ha estado en situación parecida no se hace una idea. Todo el mundo se solidariza con el caso de Marta del Castillo, pero casos menos mediáticos se dejan sin atender.

Utopia dijo...

http://www.cinetube.es/documentales/el_hombre_nunca_llego_a_la_luna.html
Eladio, mira aunque sea por encima ese documental, luego me das tu opinión por favor.
Mi pregunta es: ¿cómo han podido cruzar EEUU el cinturón de Van Allen?
Saludos.

Utopia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Utopia dijo...

http://www.cinetube.es/documentales/el_hombre_nunca_llego_a_la_luna.html

Eladio Balboa dijo...

Interesante Laura pero para no pillarme los dedos, yo no me fío de nadie y así, a veces, acierto.


Saludos (cualquier cosa que vuelvas a encontrar mándamela).