La vida con calma

Intrépido García estaba satisfecho. Había acabado un examen de inglés y las cosas no habían salido del todo mal. "Con suerte llego al 4", pensó.

Salió del aula de idiomas y bajó las escaleras. Entró en la cantina ya que a esa hora el hambre y la sed arreciaba. Era el segundo recreo.

Al salir, vió en la entrada del parking a sus colegas fuera del vallado. Echó una hojeada y observó que un profesor se disponía a salir. Esperó medio minuto y al abrirse las puertas pudo salir y disfrutar de un cigarro con sus compañeros, algunos estudiantes, otros paseadores de libros y otros dedicados al buen vivir en exclusiva.

Faltando 4 minutos para finalizar el recreo, se dirigió al aula de 2º de bachiller. En ese recreo, un iluso profesor había puesto preguntas para completar el examen de Geografía de España.

Nuestro simpático protagonista se dirigió sin prisa pero sin pausa (la pausa ya la había hecho) hacia el aula de 2º B. Faltaban 3 minutos para acabar el recreo y, por tanto, 3 minutos para acabar esa parte del examen.

Intrépido García entró en el aula como sólo un torero entra en el ruedo, como Iggy Pop sale al escenario, como Muhammad Ali entraba en el ring...
¿Preocupado? no, ¿Sudoroso por el estrés? Tampoco. Tranquilo, confiado, seguro de sí mismo.

El aula estaba prácticamente vacía porque la mayoría había acabado su examen. Al verle aparecer, el profesor mira su reloj.

Intrépido, al ver la cara de perplejidad del profesor sólo tiene que decir una frase que le sale del alma:

- "Tranquilo maestro, tú sabes que para mí la Geografía es lo primero".


Moraleja: no estresaros que las cosas se pueden hacer bien en poco tiempo. ¿Para qué dedicarse una hora a suspender un examen cuando se puede suspender en un minuto?


Saludos.