
Hace pocas fechas hice referencia al libro Imprenta Babel. Al final del mismo, el autor hace un apartado, Nota Final, en la que explica de dónde sacó algunos elementos que le sirvieron de inspiración. Allí hace refrencia a una anécdota referente a la censura:
Quiero referir aún un último hecho que encuentro en el weblog del escritor gallego Ramón Nieto en referencia a una novela que intentó publicar con la recién estrenada ley Fraga. Se trata de la obra que lleva por título La señorita B. La novela fue publicada por fin en 1971, tras siete años de silencio, pero a las pocas semanas de aparecer en las librerías fue secuestrada por la policía franquista por orden del TOP (Tribunal de Orden Público). La sentencia era muy clara: guillotina para el libro, cárcel para el autor. En 1974 la obra fue publicada en una versión reelaborada y modificada por la censura de la época. El autor se vio obligado a cambiar una letra de la portada, concretamente se debía suprimir la letra B. Y fue editada con un nuevo título: La señorita.
¿Por qué se suprimió la letra B del título? Resulta qeu el censor le dijo al propio Nieto que esa letra en la portada tenía que eliminarse porque estaba seguro de que en aquella enigmática B había algo subersivo. Esto ocurría en 1974, a las puertas de la democracia.
Muchos de vosotros habéis trabajado este curso escolar o el pasado con la censura y alguno os interesó bastante (eso creo). Tratamos el rock, las series de televisión, los Simpsons, películas, periódicos... A modo de ejemplo podemos citar el caso de la autocensura que se impusieron los mismos Rolling Stones con su canción Simpathy for the devil, estuvieron más de 20 años sin tocarla porque en un concierto una persona murió mientras sonaba la canción. Muerto por la propia seguridad del concierto que era, ni más ni menos, que los Ángeles del Infierno.
Estos días, navegando por la red, me encuentro con que en Alemania han prohibido un vino por llevar una etiqueta considerada obscena, etiqueta que es del año 1895. Y es que, como comentábamos en clase, no debemos pensar que la sinrazón de la censura es cosa del pasado ya que este tema no tien fin y la sorpresa te viene cuando menos te la esperas.
Quiero referir aún un último hecho que encuentro en el weblog del escritor gallego Ramón Nieto en referencia a una novela que intentó publicar con la recién estrenada ley Fraga. Se trata de la obra que lleva por título La señorita B. La novela fue publicada por fin en 1971, tras siete años de silencio, pero a las pocas semanas de aparecer en las librerías fue secuestrada por la policía franquista por orden del TOP (Tribunal de Orden Público). La sentencia era muy clara: guillotina para el libro, cárcel para el autor. En 1974 la obra fue publicada en una versión reelaborada y modificada por la censura de la época. El autor se vio obligado a cambiar una letra de la portada, concretamente se debía suprimir la letra B. Y fue editada con un nuevo título: La señorita.
¿Por qué se suprimió la letra B del título? Resulta qeu el censor le dijo al propio Nieto que esa letra en la portada tenía que eliminarse porque estaba seguro de que en aquella enigmática B había algo subersivo. Esto ocurría en 1974, a las puertas de la democracia.
Muchos de vosotros habéis trabajado este curso escolar o el pasado con la censura y alguno os interesó bastante (eso creo). Tratamos el rock, las series de televisión, los Simpsons, películas, periódicos... A modo de ejemplo podemos citar el caso de la autocensura que se impusieron los mismos Rolling Stones con su canción Simpathy for the devil, estuvieron más de 20 años sin tocarla porque en un concierto una persona murió mientras sonaba la canción. Muerto por la propia seguridad del concierto que era, ni más ni menos, que los Ángeles del Infierno.
Estos días, navegando por la red, me encuentro con que en Alemania han prohibido un vino por llevar una etiqueta considerada obscena, etiqueta que es del año 1895. Y es que, como comentábamos en clase, no debemos pensar que la sinrazón de la censura es cosa del pasado ya que este tema no tien fin y la sorpresa te viene cuando menos te la esperas.